viernes, 29 de abril de 2011

ALANÍS TAMBIÉN VIVIÓ SU EXALTACIÓN

COMO DIGO EN EL TITULAR, LA LOCALIDAD VECINA DE ALANÍS TAMBIÉN EXALTÓ LA SEMANA SANTA.
EN LA TARDE DEL 9 DE ABRIL LOS COFRADES LOLA FRANCO Y JOSE LUIS ORTIZ DESGRANARON EN EL ATRIL SUS VIVENCIAS.
DESDE GUADALIT LES DOY MI MÁS SINCERA ENHORABUENA E IRE MOSTRANDO POCO A POCO SUS TRABAJOS. HE AQUÍ EL PRIMERO DE ELLOS:


MI SENTIR
No es mi corazón cofrade
Y en un rincón escondido
De mi ya,lejana infancia
Envueltas por los recuerdos
Se quedaron las plegarias
Y,mientras busco y no encuentro
En un mar de sentimientos
Hoy,mi corazón abierto
Quiere contigo vivir
La pasión y el sufrimiento
La alegría y la esperanza
Y,como aquel
Que una vez sufrió,cautivo
Así mi corazón
A veces sufre por no verte
Y por eso mi voz
Que no es cofrade
Esta tarde ante ti,Alanís
Se hace valiente
Como la voz que esta semana
En cada esquina
Es capaz de arrancarte las espinas
A golpe de tambor
De saeta o pié descalzo
…….penitente
A golpe de trompeta y de platillo
De faja,de costal y de martillo
Que,entre orgullo y dolor
Elegante y anónimo te mece
Y en un solo sudor
Sobre los hombros
Hasta el cielo te lleva y se estremece

No es mi corazón cofrade
Y yo no puedo,Alanís
Vivir a golpe de rezo
Contigo en Semana Santa
Pero quiero que el aroma
De mi piel, emocionada
Se mezcle con el incienso
Y lleve mis sentimientos
Por tus calles y tus plazas

Yo,quizás no pueda hablarte
Ni de tronos ni de palios
De mantos y de coronas
De túnicas y antifaces
De jarrones y de varas
Pero quiero que hoy la cera
De los cirios y las velas
Se derrita en mi garganta
Y la miel que se derrama
A raudales por las casas
Con limón y con canela
Venga a endulzar las palabras
De esta aprendiz de poeta
Que hoy con su pueblo,Alanís
Siente la Semana Santa.

LOLA FRANCO

miércoles, 27 de abril de 2011

LAGRIMAS BLANCAS

Declinaba la tarde y el penúltimo aroma de incienso y azahares jugaba a evaporarse ya, entre las calles del pueblo.
Empezaron a dormirse las notas que el eco de la noche, quería seguir guardando en los corazones que ansiaron ponerlas en el aire, cuando el manso sonido del agua tras la puerta del templo quiso, que volvieran a abrirse, esta vez más pronto que tarde, armarios y cajones para guardar entre las túnicas y las varas, esas lágrimas que, fundiéndose con la lluvia, se derramaba a raudales por los ojos cofrades y/o penitentes.
El silencio envolverá de nuevo el templo que aún por unos días, añorará el penetrante aroma de un sudor fervoroso y guardará entre sus muros el perfume de las flores que, lentamente irán perdiendo la hermosura que, esta vez no pudieron lucir por las calles, esperando con el mismo afán contenido y paciente de muchos corazones, aunque la sepan todavía lejana, la llegada de otra primavera nueva, refulgente quizás de sol sobre el cielo y exultante de amor y de paz en los corazones.


LOLA FRANCO

martes, 26 de abril de 2011

RESURRECCIÓN

RESURRECCIÓN


Huye la muerte en la calle por los senderos de la vida.
la negrura de la noche se está deshaciendo en día
y en el perfil de una nube sin quererlo se dibuja
la huida de la muerte ante tanto amor ya rendida.
la madera de la cruz , serena fría y vacía.

Tu rostro nazareno descubierto por la brisa,
libre de capirote y despojado de túnica,
mira ampliamente al cielo mientras la pena agoniza.
Y en esa inmensa alegría que la mañana le brinda,
al repique de campanas y con aromas de lilas
va rozando la gloria en la mañana bendita.

Entre los jardines del palacio y la fuente de la plaza, un grupo de niños divertía su tiempo adentrándose ya en la juventud. A su paso por la sacristía, llamados por el olor a incienso que desprendía, clavaban su mirada en el deseo de convertirse en el futuro cofrade de Guadalcanal.
El padre Eduardo que Dios tenga en la gloria, advirtió ese deseo infantil y se fundió con ellos en una mezcla de miedos e ilusiones. Juntos comenzaron esta andadura por la vida cofrade de Guadalcanal. Así nació la Resurrección , un nuevo proyecto cristiano juvenil y cofrade, que llenaría las calles de alegría y júbilo y haría de este domingo, donde hay que centrar la fe del cristiano, un vergel de sensaciones y sentimiento.
Y es que Dios quiso poner en sus manos, esa pluma para escribir con mayúscula, un renglón en la historia cofrade de Guadalcanal.
Hoy esos niños han crecido y son hombres de fe. Su deseo creció con ellos y la resurrección, es una de las hermandades más grandes de nuestra Semana Santa.
Si Grande, grande por el misterio que representa, grande por su rápida evolución y grande por su entregada junta de gobierno.
y de toda esta grandeza Cristo se enamoró. Por eso, cada año al llegar la primavera, despierta del sueño de la muerte, ante un pueblo redimido del pecado, que a los gritos de aleluya se postra ante sus pies.

No quiso Dios aquí en la tierra
grandes tronos que resalten su realeza
prefirió la luz y la belleza
oculta en los olivos de la sierra
quiso el azahar de los naranjos
el agua de la fuente de la plaza
el metal de la campana y el badajo
y el reflejo del sol en la terraza.

No quiso Dios túnicas doradas
ni coronas que en oro relucieran
si no lanzas que su espalda flagelaran
y espinas que su frente recubrieran
y quiso morir entre los muros
que albergaron altares y plegarias
quiso un cielo gris oscuro
que apagó su intensa luminaria
y esa tiniebla oscurecida
que el mundo limpiara de pecados
se torna en luminosa amanecida
ante el cuerpo de Dios resucitado.

Resurgen en la plaza las campanas
se inunda de alegría el campanario
se perfuma de incienso la mañana
y se esfuman las sombras del calvario
la mañana de sol resplandecida
abre sus pétalos en flor
amanece la pascua florida
a la vida y la resurrección

lunes, 25 de abril de 2011

SÁBADO SANTO

La tarde del Sábado se viste de tonos violáceos, mientras las nubes se entretienen en la torre. Los pájaros han dejado de cantar y las campanas mudas,permanecen en el campanario.
Es la sombra de la muerte divina, que tiñe en tinieblas la cálida luz vespertina, haciendo temblar a las nubes, que dejan caer alguna lágrima en forma de gota de lluvia.
Es el rojo de la sangre, mi humilde nazareno, quien da color a tu último esfuerzo bajo el capillo, llevando el destello de la blancura de tu alma purificada ,como pilar del léxico, que dio con el paso de los años, nombre a tu querida hermandad.
No cabe más amor en el mundo, que el que abrazan sus brazos extendidos, apegados y fieles a las aristas de la cruz.
¿Por qué te clavamos Señor, en esa cruz tan pesada?
¿Por qué en la tarde del Viernes, mientras tu tez agonizaba
exalando el último suspiro, se conmovió nuestra alma?
El cielo se tiñó gris, en una tiniebla amarga
¿Fuimos arrepentidos de la barbarie nefasta
O seguimos crucificándote con acciones y palabras?
Con desprecio y abandono, laceramos hoy tu espalda
y te coronamos de espinas con una mala mirada
te cargamos una cruz, si cabe, aun más pesada
donde extiendes hoy tus brazos, y acoges nuestras plegarias.
Ay Señor el sábado santo, quiero mirarte a la cara
cuando pasa el costalero, con su pisada quebrada
cuando en un monte de lirios, la muerte se posa helada
cuando el cielo gris sombrío, rasga el velo de su alma
y la luna en su martirio llora lágrimas de plata.



Ay Dios del Sábado Santo
suspiros de caoba y agua
lágrimas de terciopelo
por concepción se derraman
dejando fundidos en el suelo
destellos blancos y grana.

Ay Dios del sábado santo
la tarde apaga su luz
y el jardín de su quebranto
marchito por el dolor
de una muerte que en la cruz
hoy florece por amor.

A lento paso costalero y a redoble del tambor, a lo lejos. la voz del saetero suena entrecortada por la emoción. Privilegio fue que el Señor, pusiera en esa garganta la suave melodía, para cantarle a su muerte santa.
La saeta es la voz sublime que procede del alma y aflora a la garganta. La saeta es un cúmulo de sentimientos, donde sobran las palabras, solo la voz del saetero escapa del corazón, para arrancar lágrimas en aquel que siente su llamada.




¿Quien ha subido hoy al balcón
y a pedido una escalera?
¿Quién quiso ser primavera?
¿quién al madero subió?
¿Quién quiso ser golondrina
y quitarle las espinas
al que muere por amor?

Esa saeta divina
que hiere desde un balcón
dulce canto que adivina
la muerte del redentor

Si, la saeta
esa que es el cantar
a Cristo Crucificado
vilmente maltratado
siempre por desenclavar
esa de la tierra mía
que te corona con flores
esa que en Andalucía
quiere calmar tus dolores
y tornar en alegría
todos esos temores.

Si, la saeta
quiero cantarla y no puedo
pues no me sale la voz
quiero cantarla y no puedo
al Divino Redentor
no a ese Cristo del madero
ni a aquel que anduvo en la mar
si no a ese Dios justiciero
que va muerto por amor
que vive en Guadalcanal
y muere en la Concepción.

Y tras la voz del saetero, un palio de oro y plata asoma por la plazuela. Cuanto dolor, para la madre que aguarda paciente a los pies de la cruz.. Jesús la hace madre de la humanidad. mientras aguarda su cercana muerte. Desde ese día la Virgen , mediadora universal entre Dios y los hombres. nos acoge bajo su manto. Pero, ¡ cuanto dolor sigue habiendo en María la tarde del sábado santo! Que como madre dolorosa la advoca en el seno de su querida hermandad y la llama Dolores.


Dolores
¿por qué te llamaron Dolores
aquella tarde de Viernes
cuando helados cristalinos
resbalando por tus sienes
cayeron como asesinos
acariciando a la muerte?

Fue tu regazo divino
fue tu rostro virginal
cuan abrazo maternal
dulcemente femenino
acoge el cuerpo divino
con lágrimas de cristal.

Dolores
¿por qué te llamaron Dolores?
Fueron tan despiadados
de agregarte más dolor
que el de ver el redentor
en la madera clavado

Dolores
¿por qué hoy te llaman Dolores
en esta tarde de sábado
bajo un palio de oro y grana
cuando tus dedos enlazados
suplicando al cielo claman?
Cuando rebosa de júbilo
el aroma de la flor
y llueve a tu paso su olor
abriéndote su pistilo
en pétalos de ilusión

Dolores, si
así a ti te bautizaron
con el agua cuaresmal
que mana Guadalcanal
y en Concepción te ubicaron
te pusieron rojo manto
te coronaron de flores
te ofrecieron mil amores
en tu hermandad de los blancos
y en tu corte celestial
florecieron de amaranto
el jardín de tus temores
y tu pureza virginal
será en Guadalcanal
el vergel de sus dolores.

VIERNES SANTO

Y tras un día de larga espera, desde la primera luz del alba hasta la venida temprana del ocaso, Guadalcanal aguardó de nuevo conteniendo sus esperanzas hasta la cercana y luctuosa noche, teñida con la penumbra del viernes.

Ahora nazareno quiero volver a caminar contigo, quiero volver a sentirme uno más entre vosotros y así poder hablarle a la noche de un mar de sensaciones, que bajo la sombra de un capillo,se vislumbran lejanas.
¿Qué podría yo decirle a esta noche pincelada de estrellas? ¿Cómo describir la magia vivida, en uno de los instantes más sublimes de mi existencia? ¿ qué decir de una noche de relente, de oraciones, de incienso, de azahares y de versos en unos labios saeteros? Y, ¿qué decir de la noche más bonita de Guadalcanal.

Noche cubierta de flores
noche de dolor y llanto
acoges todo el encanto
e impregnas el aire de olores
con halo de luna bella
y cielo azul estrellado
quieres ser palio dorado
de la más sublime estrella
de una madre de belleza
de una flor entre las flores
que en su trono de realeza
va llorando sus dolores
como una triste canción
la marcha levanta su vuelo
y elevándose hacia el cielo
convertida en oración
va dibujando un pañuelo
con mil encajes de amor
que calma tu desconsuelo
tornándolo en ilusión
ay madre que con negro manto
tu pena cubriendo vas
los naranjos van llorando
lágrimas de azahar
y el aire va adivinando
que eres en tu caminar
lucero del Viernes Santo
al que llaman SOLEDAD

Cuando los últimos rayos de sol, dibujen los naranjos sobre el pavimento y en las rejas de los balcones, se adivinen las primeras gotas de rocío, irá agonizando la tarde, mientras de la torre bajará el tosco tañir de las campanas, en forma de plegaria. Seco, triste, sobrecogedor, nos sumirá entre las sombras de la muerte.
El reflejo del oro, el rojo clavel y el perfume del incienso, contrasta con el rachear de zapatillas y la ausencia de unas notas, que han quedado dormidas en el pentagrama.
Solo el redoble de la campana y el frío del atardecer,se adueñaran de la noche santa.
Cristo viene a morir una vez más en Guadalcanal y mientras el cortejo fúnebre recorre sus calles, la fe en forma de lágrima y suspiro, arropa su cuerpo gélido e inerte de donde manan caudales de vida y esperanza.

Tu mi señor yaces inerte
rendido tu cuerpo en la tortura
venciendo tu noche de amarguras
te escondes en la sombra de la muerte
ya todo está consumado
la voluntad del padre cumplida
tu cuerpo ya ha agonizado
y en tu frente dolorida
la muerte hoy se ha posado
abriendo paso a una vida
sin temores ni pecados
con tu sangre redimida

Tu mi Cristo que yacente
en el sepulcro bendito
pasas sereno e inerte
ya no se escucha un gemido
y al redoble del tambor
la noche ya se ha dormido
en el lecho de tu amor

Guadalcanal vuelve a verte
sangrante y escarnecido
no permite que la muerte
a tu cuerpo haya vencido
no mi Señor, tu no vas muerto
simplemente estás dormido
y tu cuerpo dolorido
en dulce sueño va envuelto
sueña mi Dios con un valle
de rosas clavel y lirio
con la esquina de una calle
donde no exista martirio
con un camino sereno
que no se te haga calvario
que quien te acuno en su seno
hoy no llore sin su palio
y sueña con un paraíso
de aromas de miel y de cal
que por obra de Dios quiso
Llamarse Guadalcanal.

El cielo nos muestra su azul más amargo, escondiéndose entre tinieblas que buscan la noche. Entre una nube de incienso y alfombra de azahares que nievan la plaza, la sola del sol difunto llora desconsolada.
La miro, vuelvo a mirarla y en el instante tan sublime, de ese cruce de miradas, siento que el paraíso ha descendido a la plaza.

Que ofrecerte madre mía, que decirte en este día, que no te haya dicho nadie.
El florista ofrece un nardo
el bordador una saya
el costalero su esfuerzo
y tambor el redoble, que anuncia tu pena amarga
la saeta el consuelo, en una voz que te canta
y el poeta une sentimiento y lírica, en una sola plegaria
para decirte Soledad que estando en Guadalcanal no te sientas solitaria.

El negro de la noche se va dejando caer, sobre el azul aterciopelado del cielo. Y cuando un manto de brisa helada nos hiela la sangre, la virgen de la Soledad, en su vuelta por la plaza,parece aun más bella.
Su cara angelical se dibuja en la negrura luctuosa de la noche, mientras un suspiro divino, escapa de sus labios.
¿Qué gubia celestial esculpió tu belleza maternal ,para quedar plasmado en tu rostro, el dolor por el hijo amortajado?

¿Quién esculpió tu figura
tan sublime y tan perfecta
que hasta la luna se muestra
prendada de tu hermosura?

Quizá fue la misma luna
inspirada en las estrellas
pues no hay estrella ninguna
que iguale tal belleza

O ángeles querubines
que del cielo descendieran
y entre nubes te esculpieran
llevándote por jardines
desde el cielo hasta la tierra


Ahora la noche ya es palio
y las estrellas varales
luz en el campanario
y en los naranjos azahares
ya perfuma el inciensario
el aroma de su encanto
ahí va sola ante el sudario
la Virgen de negro manto

Quien pudiera desterrar
la pena que a ti se aferra
Y que cesara tu llanto
que ni el aire de la sierra
se atreve leve a rozar
los bordados de tu manto


La brisa corre despacio
queriéndote acariciar
los árboles del palacio
no te dejan de mimar


Desciende de las alturas
una corte celestial
queriendo arropar tu llanto
y te grita con dulzura
¡que guapa vas SOLEDAD
la noche del Viernes Santo!

domingo, 24 de abril de 2011

JUEVES SANTO

La tarde del Jueves Santo, olor a clavel y nardo, en noche se va cerrando.
Es el rojo de la sangre con el verde esperanzado, quien perfila capirotes en la textura del raso.
Es el frío de la noche sin quererlo nazareno, quien tu cirio va apagando. Y tú luchas fuertemente, por mantener esa llama, que a tu Dios hoy va alumbrando.
A lo lejos sale el paso. Aquel humilde cordero, en el pretorio injustamente juzgado, busca sereno la muerte, caminando entre la gente, que esa muerte ha sentenciado.
Es Él y no Barrabás a quien llevan prisionero, ultrajado y maltratado, y Guadalcanal como Pilatos, ha vuelto a lavarse las manos.

La tarde tiende su manto
las espinas de tu frente
fuertemente están luchando
por convertirse en claveles
la noche del Jueves Santo
se rompe en destellos verdes.
los tejados de Santana
esperando para verte.

Es tu espalda lacerada
reflejo de tu martirio
y la luna enamorada
va llorando en su delirio
cuando la noche cerrada
vierte su aroma de lirios

A paso lento custodiado
maniatado y prisionero
siendo tu Dios justiciero
¿por qué te llevan amarrado?

Quiero ser brisa temprana
que en esta noche serena
pueda romper las cadenas
que van lacerando tu espalda
y el reguero de la sangre
que tu cuerpo va surcando
sea luz que nos alumbre
para doblar la rodilla
ante tu presencia divina
prodigio de maravilla
de un pueblo que se presigna
que es la fuente cristalina
del manantial que ilumina
este rincón de Sevilla.



Noche cerrada en pena, en desconsuelo y desencanto.
Es el dolor de María tan profundo y tan humano, arropado por la noche que nos brinda el Jueves Santo, quien me lleva entre lágrimas de mis ojos empañados, a ese mundo oscuro y triste, temeroso y solitario.
donde la pena se instala sin poder desterrarla.
Donde ni un solo rayo de luz quiere venir a iluminarlo.
Donde el frío del invierno, deja los huesos helados
y ni un suspiro de aliento, por un sentimiento esbozado
fluye por la garganta, para ser exhalado.
Es el llanto que no aflora y mi pecho va quemando.

Entre varales de palio una madre va llorando
y esas lágrimas divinas, que sin querer va derramando
son como rayos de sol , que en mi pecho se han filtrado
para que suspire mi voz y pueda brotar mi llanto.

Como buscaba la noche la aurora del Viernes Santo
entre la fuente de la plaza y la arboleda del palacio
entre verdes capirotes, algodonados de raso
y en la sombra de una cruz que a la madre va llamando

Cruz te pusieron por nombre
por aquella redentora
por esa bendita hora
que ante ella te postraste
palio verde que en la noche
va cubriendo tu esperanza,
desconsuelo que en el jueves
se dibuja en tu semblanza
¡quisiera ser oh señora
consuelo para ese llanto!
y cuando llegue la hora
y se cierre el jueves santo
ofrecerte los vergeles
florecidos de amaranto
el aroma de claveles
y el terciopelo de un manto
como lloraba María
la tarde del Jueves Santo
y en esa inmensa agonía
derrama el caudal de su llanto
¡oh madre esplendorosa
entre el nardo florecido!
¿por qué la cruz se ha rendido
en tu rostro dolorosa?
y en tu inexorable destino
esas aristas te abrazan
y son tu aliento divino
en la cruz de tu Esperanza.

miércoles, 20 de abril de 2011

JUEVES SANTO EUCARISTIA

Jesús tras haber sido ultrajado con burlas crueles en la noche del miércoles, por amor se hace eucaristía.
Es tarde de nuevas galas, de fragancias a rosa y a jazmín y debería ser tarde de negras mantillas en Guadalcanal,ya que la mujer Guadalcanalense, de sobra se, que sabe hacer buen uso de ellas, para adorar a aquel que por nosotros, ha quedado prisionero.
En una corta procesión, que no necesita flores ni candelería encendida, que no necesita costaleros ni capataz, que bajo un ostensorio de plata en manos del sacerdote, recorre el corto camino que va del altar hasta el sagrario.
Corto itinerario para el mayor y más sublime cortejo de Guadalcanal.
Dios presente en el sacramento del altar, pasará a nuestro lado a los cantos del pange lingua y ante él inclinaremos nuestras cabezas para exclamar : Alabado sea el Santísimo
Sacramento del altar.
Guadalcanal, en su tarde sacramental, exornada con el amor de esas mujeres, que en forma de rojo clavel, han depositado su amor ante el sagrario, come del cuerpo y bebe la sangre de Cristo, para fortalecer su espíritu y se hace custodia de ese Dios vivo, que se queda entre nosotros para amarnos y acogernos

Como Acoge la tarde en su regazo
custodiando bajo plata repujada
sintiendo en sus sombras el abrazo
de la carne hecha forma consagrada
hecho hombre por amor va custodiado
en mi pecho yo le llevo prisionero
por no verle tan herido y ultrajado
mis entrañas se han abierto por entero
quiero ser, oh mi señor custodia viva
que tu cuerpo more siempre en mi sagrario
y tu sangre sea el cáliz milenario
donde brote la fuente de la vida

por ese amor en que te hiciste eucaristía
por esa sangre derramada sin medida
se desgranan a modo de poesía
estas letras tan humanas y sentidas

que tu cuerpo sea siempre el alimento
y tu sangre agua pura y cristalina
manantiales que den forma a este momento
y se transformen como rosas sin espinas
en eterna custodia de tu vida.

martes, 19 de abril de 2011

MIÉRCOLES SANTO

Y tras la alegría del domingo, la primera luz penitencial baña la tarde noche del miércoles. Cuando el último rayo de sol se va ocultando bajo el manto oscuro de la sierra, la luna se estremece. Los pajarillos han recogido sus cánticos y lloran las cales de las esquinas. Entonces tú, mi humilde nazareno ,cambias el celeste luminoso del Domingo, por el oscuro verde penitente.
Ahora todas las luces de Guadalcanal, alumbran de tristes destellos sus calles y plazas.
Una caña por cetro. Por corona, espinas que se clavan en su frente y por trono, una tosca roca donde Dios asienta su humildad. No hay majestad más divina, que la del divino cordero en la noche del miércoles. Ni siquiera el pópulo judío, que en su día se ensañara en burlas, destruirá jamás tan humilde majestad. Él no necesita oros ni pedrerías, reverencias ni súbditos. Su trono es la divinidad en las alturas, y en la tierra vuelve a entronizarse cada año en una roca, quizás recordando aquellos aires tan puros de San Benito, entre olores a frescas amapolas quebrándose a su pisada .cuando llegaba por los campos a las calles de Guadalcanal. Ahora es la noche penitencial quien lo acoge y lo entroniza, y Guadalcanal quien lo adora como rey, a su paso humilde y paciente.

Noche de lirios morados
serena fría y austera
viene mi Cristo ultrajado
entre suspiros de cera
dos sayones acompañan
esa figura divina
mientras en burlas se ensañan
la muerte se le avecina
nunca podrán esos crueles
ocultar bajo el filo de sus lanzas
el mensaje que bajo un monte de claveles
nos habla de paz y de esperanza
mientras rompen las entrañas de la tierra
con bombas y misiles asesinos
mientras exista la amenaza de la guerra
destruyendo nuestra paz y nuestro sino
mientras lloran las mujeres desoladas
maltratadas por manos indomables
la injusticia por el mundo derramada
en terror que se hace inagotable.

Viene Cristo reinando en una peña
como trono que le tienen asignado
y en la penumbra de la noche abrileña
es vilmente por espinas coronado
¿quien ha dicho que merezca este castigo?
por amor quiso ser él castigado
quiso amar pacientemente al enemigo
y entre mofas tan crueles fue burlado

Guadalcanal con su amor lo va mimando
cuando pasa tan sereno entre la gente
a la voz del capataz que va gritando
y ese Dios tan humilde y tan paciente
es a cielo por los hombros levantado
¡¡al segundo de martillo mis valientes!!

Atentos a lo que se manda, les anuncia la voz del capataz. Ellos que se han tomado un respiro bajo las trabajaderas y se han asomado al aire de la noche, vuelven a sus puestos, ansiosos por continuar su labor.
Hace frío fuera, mientras ellos sudan bajo el paso. Suena el primero de martillo, un solo instante para hacer llegar a su memoria a aquel que ya no está, o el vivo recuerdo de la enfermedad y el dolor. Instante suficiente para dedicar el coraje y el esfuerzo de esa nueva levantá. El segundo se deja caer sobre el llamador, y apenas sin darse cuenta todo el peso de la madera ya ha caído sobre sus hombros.
Esta hermandad que hace 30 años comenzara su andadura ,no quiso pasar por alto todo este esfuerzo y dedicación y al igual que ellos, por amor, bautizó con su nombre este camino, que lleno de ilusión comenzaba a recorrerse

En tu nombre costalero
pusieron su cruz de guía
y es en esta serranía
que su hermandad establecieron
por tu valor por tu fuerza
por tu sudor derramado
por resaltar la belleza
ee la madre y su hijo amado
por abrazar cada día
tu amada trabajadera
por andar con valentía
eescalzos entre la cera
por un suspiro ferviente
que escapa de un corazón
y rebosa amor sincero
esta hermandad y su gente
simplemente por amor
se llamaron COSTALERO


Y en la blancura de un blanco palio , mientras tintinea la plata, la blanca luna en el cielo quiere reflejar su cara.
Todo es blanco madre mía,blancura para tu alma y hasta el verde nazareno, lleva pinceladas blancas.

Más bonita vienes que ninguna
a tu paso cortejada por ciriales
y es la luz fulgurante de la luna
quien quiere reflejarse en tus varales
mas tu rostro rebosante de hermosura
se nos muestra triste y temerario
ya adivina esa calle de amarguras
y se teme sola ante el sudario
que este llanto que te aflige sin consuelo
se convierta en eterna primavera
se haga PAZ en la tierra y en el cielo
y florezca en tus entrañas COSTALERAS.

La belleza que encierra tu nombre, me lleva a ese mundo desolado y falto de tu presencia.
Lleva tu nombre hasta allí soberana. Llévalo y que acabe la guerra
que no haya niños abandonados ni de hambre desfallezcan.
. Quiero en la noche del miércoles pedirte con todas mis fuerzas
que no acaben las familias y que el invierno sea primavera
en todos aquellos hogares donde reside tu ausencia.
. Lleva tu paz por el mundo , por esta senda turbulenta
donde la corrupción y la envidia, enturbian nuestra existencia.
donde tanta desigualdad, se está convirtiendo en violencia
por eso quiero señora, pedírtelo con todas mis fuerzas
y pido a ese capataz, pararte un momento a mi vera.

Permíteme capataz
contemplar tanta belleza
en su trono de realeza
entre suspiro y varal
déjamela capataz
deja que llore la cera
y suspire el azahar
déjamela a mi vera
que quiero ser primavera
en el jardín de su paz
que lloren las estrellas
al verla a ella pasar
que llore también el geranio
prendido en su ventanal
y que lloren los balcones
y que lloren las rejas
y hasta el aire en la calleja
se entristezca al ver llorar
no te vallas madre mía
déjamela capataz
que pare la cruz de guía
y el nazareno el caminar
que alumbre la candelería
su blancura sin igual
déjamela déjamela capataz
porque estando así a su vera
ya me siento primavera
en el jardín de su PAZ.

sábado, 16 de abril de 2011

DOMINGO DE RAMOS

Y a punto de que la luz nueva del domingo, nos ofrezca sus blancos destellos, ahí esta, el contraste de luz y de sombra, lo real con lo irreal. La magia y el deleite del cofrade.
Los campos nos regalaran de nuevo sus fragancias y los primeros vencejos de la mañana, ya habrán despertado en la torre y revolotean a la espera de las campanas.
Para entonces, muchas miradas infantiles y no tan niñas, habrán despertado ansiosas por asomarse a los balcones y ventanas,para mirar el cielo.
Algunas nubes revolotean, entreteniéndose en armoniosa charla con la sierra. Aunque saben a ciencia cierta que no son bienvenidas en esta mañana, no quieren perderse lo sublime del instante.
Y a eso de las doce del medio día, cuando el sol alcanza casi su punto medio entre el alfa y el omega, a ti, mi humilde e incansable nazareno, los contrastes inmaculados de tu túnica, te marcan el principio de tu vida bajo el capillo. La ilusión de tu alma niña se mezcla en larga fila,mientras tus manos juguetean repartiendo caramelos. Es entonces, cuando todo Guadalcanal ,envuelto en el aroma maravilloso de su gran día, sentirá un vuelco en el corazón, al escuchar tres aldabonazos que se han dejado caer en la puerta de Santa María.
Guadalcanal roza la gloria, todo esta preparado, los niños de un azul celeste como la pureza de sus almas, reflejo de cales azuladas en las paredes, las mejores galas para un domingo de estrenos, y esas nubes que se pierden en un cielo azul intenso, compartidas entre el miedo y la ilusión.
Ya es domingo de ramos en Guadalcanal, el eco de la primera corneta nos estremece al darnos cuenta que ahora si, todo ha comenzado.

Ya lo anuncian las campanas
ya lo anuncia ese gentío
y el cielo de la mañana
de azul intenso se ha “vestio”
se adivina en el balcón
engalanado con flores
divino Cristo del amor
entre palmas y clamores
los ecos de una corneta
navegan entre colores
de unos globos que sujetan
infantes ilusionados
ellos ponen su alegría
el sol sus rayos dorados
los músicos su melodía
y una palma entre las manos
nos dice con alegría
que ya es Domingo de Ramos.

Hosanna al hijo de Dios entre palmas y olivos, a ese rey que toma como cetro una palma y como trono el lomo de una humilde borriquilla. Guadalcanal el eterno Jerusalén, que lo aclama y endulza su camino con un monte de rojos claveles.
La humildad del cordero divino, se muestra aun más humilde en su sosegado trono, el paso de la borriquita es dulce, sereno , queriendo mimar a su rey, agradecida por haber sido escogida por aquel, que va derramando a raudales, su amor por las calles de Guadalcanal.
Y es que el amor del Cristo del Amor es tan inmenso, que no cabe en su canastilla de plata. Por eso vaga errante por las calles y esquinas de Guadalcanal, que han sido lavadas para recibirlo. Y por si cabe más amor en nuestro Domingo de Ramos, ahí está también nuestra madre del Rosario, que como medianera universal entre Dios y los hombres, nos ofrece su alegría maternal en una mañana de júbilo, plena de sol y calles alfombradas con el amor, que va derramando su hijo.

Rosario de cuentas de amor
en manos de la señora
manto azul de devoción
en un rostro que aun no llora
su palio es el cielo azul
sus varales la mañana
encajes blondas y tul
para la hebrea más serrana
miradas de devoción
te van ofreciendo los niños
tu les das tu corazón
y les miras con cariño
reflejo de blancas palomas
sobre capillos celestes
y hasta las flores campestres
te van regalando su aroma
tu belleza es la ilusión
que repica el campanario
tu alegría es el amor
que no conoce el calvario
y tu eres un rayo de sol
que puso en ti su color
para llamarte Rosario.

viernes, 15 de abril de 2011

LA MUSICA DE LA SEMANA SANTA

Se dice que la Semana Santa, es la fiesta de los sentidos. No hay mejor manera de demostrarlo, que acariciando el suave terciopelo de un manto, recreando nuestra mirada en la belleza angelical de María.
Si de sentidos se trata, no hay más que perderse por sus calles en los días previos, para deleitarnos con los dulces olores a masa y a miel que de cualquier ventana se desprenden.
Es la mujer de Guadalcanal, preocupada por seguir la tradición de sus mayores , quien nos brinda el placer de degustar tan exquisitos manjares.
Pero si hay un sentido que de verdad caracterice a fondo estos días cofrades, ese es el oído. La Semana Santa se escucha en el pajarillo que trina, en la brisa que se mueve ,en el rachear del costalero, en el crepitar de la cera, en el tintineo de un palio y en la dulce melodía, de una marcha procesional.
Guadalcanal , a lo largo del tiempo , ha sabido conservar su tradición musical. Hoy, nuestra banda de cornetas y tambores está pasando por momentos difíciles, que estoy segura que no serán más que un pequeño tropiezo en su larga carrera.
Cuando Cristo en sus días pasionales cruza la plaza, el seco redoble del tambor no cesa. Sus cuerpos firmes y erguidos, sus pasos bien marcados, uniforme ceñido al talle y el amor en forma de medalla ,es el lema que da nombre a su trabajo constante.
Atrás quedan recuerdos inolvidables. Aquellos tambores adornados, vestiduras de romano que duermen en los baules de las casas hermandades y aquellos pasacalles desde la casa del mayordomo a la iglesia ,que bajo la dirección de Domingo,iniciaban su largo recorrido por las calles de nuestro pueblo.
Pero su andadura musical no quedará dormida, sino que volverá a florecer de nuevo en cada nota para ofrecernos esa melodía tan nuestra y que tanto echamos de menos.
Por ellos, por su sacrificio, su entrega, su constancia y su amor vaya este aplauso que les anime en su nuevo caminar, para que el próximo año podamos tenerles entre nosotros.

y en el seco redoble de un tambor
la mañana pinta su hermosura
cuando va redoblando de amargura
a ese cristo que va herido por amor
y en el firme caminar de su pisada
van marcando con paso justiciero
por un cristo que llevan prisionero
cautivo con su espalda flagelada
y mecido a paso lento costalero.

La corneta se lamenta estremecida
cada nota es una lágrima angustiada
rota de emoción sobrecogida
suena ronca, seca congelada
en Santana ecos lejanos se adivinan
enfilando la cuesta ya cansados
por un Cristo que al calvario se aproxima
y no por ello sus sones han cesado
fuerza sacan del amor que les da nombre
y ese amor les fortalece y les anima
a tocar a ese Dios que hoy hecho hombre
el madero va cargando hasta la cima

Que vuelvan a resonar aquellos sones
que fueron deleite de hermosura
y ese Cristo fiel varón de sus dolores
ilumine cada paso en su andadura
de unas notas que rebosan amargura
en la banda de cornetas y tambores.


Y tras de un manto de color grana, verde morado o de oro bordado, la esencia de la melodía se adivina entre corcheas y bemoles.
Ellos siempre van detrás, han sido desde su nacimiento la trasera del todo cortejo procesional. Arropados por el calor que siempre les ha brindado el pueblo, continúan ahí con sus sones.
Desde sus principios, la batuta en manos de Don Antonio les guiaba en sus primeros pasos. Entre el azul de sus flamantes uniformes, la negra sotana destacaba mientras los pequeños músicos lanzaban al viento sus trinos, que Guadalcanal aplaudía entusiasmada.
Hoy la banda de música Nuestra Señora de Guaditoca, conservando el nombre de nuestra excelsa madre y patrona, ha crecido.
Cada año al llegar la primavera, se reviste de ilusión , para hacer de ésta, la fiesta de los sentidos , y tras el manto de nuestra madre sin poder verle la cara, le cantan con su música celestial, los más bellos poemas, que puedan salir de un pentagrama.

Amargura es melodía
la Madrugá es una nana
Rocío es la alegría
que perfila la mañana
Encarnación coronada
es como una alegoría
una corona dorada
con perlas de oro y cristal
cuando reza el avemaría
un cántico angelical

La brisa casi parada
se detiene al escuchar
a la luna emocionada
con reina de San Román
dulces lágrimas celestes
van cayendo en un varal
tristes lamentos agrestes
a los sones de Triunfal
y en su llanto catalina
luz plateada derrama
en lágrimas cristalinas
al despuntar la mañana
cuando siente como trina
con los Aires de Triana

Llora que llora la luna
en su excelsa luminaria
y cuan cántico de cuna
va sonando Candelaria
es su aflicción quien denota
la pena que se derrama
mientras exista una nota
prendida en su pentagrama
los clarines van llorando
en fúnebre melodía
cuando a las claras del día
el sol ya viene asomando

Flautas y clarinetes
acordes de una trompeta
redoble en una saeta
que suena por martinete
un corazón que se encoge
una emoción que se agranda
silencio que sobrecoge
emociones que se aúnan
notas que recogen
emociones de la luna
son los sones de esa banda
¡¡que toca como ninguna!!

jueves, 14 de abril de 2011

SEMANA SANTA

Una vez más, Guadalcanal se anticipa a la primavera. Lo humano y lo divino se entremezcla en sus calles salpicadas de blancas cales, e impregnadas de olores a miel y canela.
Es una fe que Guadalcanal en estos días, sale a buscar y encuentra. La encuentra en el rostro de Cristo, a quien hizo una promesa. Y la encuentra en un manto extendido, como una plegaria abierta.
Yo también la encuentro a mi manera. La encuentro andando en la calle sin llegar a entrar en la iglesia. He visto la mano de un pobre, que hasta mi extendida se acerca, cubierto de ropa sucia y rebosando en miseria. He visto como un enfermo, está llorando de impotencia. Y estoy viendo como la droga en nuestro pueblo se encuentra , sintiendo mis manos atadas con una fuerte cadena. Pido a Dios cada noche fuerzas para romperla.
Esa fe que Guadalcanal hoy profesa, está presente en la calle y quiere romper barreras.
Abramos nuestras puertas y salgamos, para encontrar a Dios en ella.
Encontrémoslo en el anciano, que recostado en una puerta, lucha con todas su fuerzas, por sostenerse en sus piernas .encontrémoslo en el ebrio que con un vaso en la mano, camina en su honda pena, Encontrémoslo en aquel, que cuando pasas por su lado, agacha siempre la cabeza. Ni una palabra te dice, se lo impide su vergüenza y sintiéndose inferior de tu lado se aleja.¡ Que pequeña yo me siento, entre tanta, tanta grandeza! SERÁ PORQUE EN ELLOS HE VISTO A DIOS CON LA CRUZ A CUESTAS.

Profesemos nuestra fe, porque la calle de fe está llena. Y después de perdernos por la Jerusalén que es , nuestra Guadalcanal eterna, de sostener al anciano acompañar al ebrio y levantar la cabeza, que en la pobreza de espíritu esconde su vergüenza, Entonces si, entremos en la iglesia, Cristo y la Virgen nos esperan, para abrirnos de par en par sus puertas.
Cuando el paso florezca en aromas y se derrita la cera , seremos siempre nosotros , gente de obras buenas y cristo vendrá a morir, en esta bendita tierra.

el naranjo vestirá de azahar
las rosas de colorido
y el geranio florido
lucirá en su ventanal
la brisa primaveral
detendrá su recorrido
y parará en Guadalcanal
aquel paraíso eternal
que se dibuja en el cielo
con lienzo de terciopelo
y pinceladas de cal
porque es Guadalcanal
sombra en un monte de lirios
luz en la llama de un cirio
tintineo en el varal
el silencio en la campana
el revirar de una esquina
el reflejo en la ventana
de la tarde que declina
el resurgir de cenizas
del barrio de la concepción
ante un Cristo que agoniza
entre suspiros de amor
es paz, esperanza, dulzura
y en sus calles de adivina
una noche de amarguras
de lágrimas cristalinas
de sentimientos que afloran
como rosas sin espinas
de despertares de aurora
y de MAGESTAD DIVINA.

martes, 12 de abril de 2011

PREGÓN

Poco a poco os ire ofreciendo el texto íntegro de mi pregón. He aquí el primer fragmento dedicado a Guadalcanal





GUADALCANAL


Guadalcanal.
Paraíso Andaluz, enclavado en sierra morena,
mágico jardín donde la noche de Abril, esconde su pena.
Luz primaveral, que recorta un cielo rodeado de estrellas
donde el agua y el viento, abrazan tu nombre en forma de sierra.
¿Por qué Guadalcanal, por qué encuentro en ti tanta belleza?
Si cuando digo tu nombre, las letras escapan buscando un poema
ay Guadalcanal, cultura ancestral , que en tus muros se asienta
apiñando tus casas, en morfología perfecta.
¿Quien fundó Guadalcanal ,sobre sus calles de piedra
donde el agua corriendo, surcaba la acera?
¿Quien cercó con murallas, callejuelas y plazuelas
cerrando con unas puertas, que hoy lloramos su ausencia.?
Los molinos , jurado, la cava y Llerena
candados de oro, que encierran tesoros y el tiempo se lleva.
¿Quién pintó en Guadalcanal, la luz de la primavera
y dibujó rayos de sol, en tejados y azoteas?
¿Quien derramó tanta fe, por sus ermitas e iglesias?
dejando escrita una oración, en los muros que hoy se quejan.
en ti moros y romanos, dejaron su honda huella
pensadores y humanistas, describieron tu belleza
bohemios y soñadores, convivieron a tu vera
arquitectos e ingenieros, modelaron tu materia
perfilando tu figura, para dejarte tan bella.
pero solo el padre eterno, expirando en la madera
pudo pedir al cielo, para este rincón de la sierra
toda la gracia divina, en la tarde de tinieblas
y fue Guadalcanal, el paraíso en la tierra.


Hoy sigue siendo guadalcanal, un edén de vivencia y emociones. Jardín donde florece la alegría, sudor que riega la tierra y musa que inspira a la métrica, para conjugarla en perfecta armonía y ofrecerle un hermoso poema.

Si , esta es Guadalcanal
sentimiento en primavera
llanto al ver a Cristo pasar
olores a jara y romero
caminar por un sendero
y encontrarse ante un altar
cuando llega Guaditoca
en la tarde primaveral

Es rocío mañanero
son sus casas en racimos
el destello de un lucero
y el sudor del campesino

Es una tarde de invierno
a las puertas del molino
es la hoja del olivo
es la uva que fue vino

Un revuelo de volantes
el pisar en el albero
es un caballo galante
que va derramando salero
es un vaivén de lunares
cuando suena una guitarra
es la voz que se desgarra
cantando por soleares

es un corro de vecinos
en la noche calurosa
son los pétalos de rosa
del mes de Abril florecido
es el pilar de la cava
es la fuente del palacio
es el tiempo que despacio
se detiene a contemplarla


Así es Guadalcanal
caminar de un costalero
a la voz del capataz
encajes y relicarios
zapatillas y costal
es un arrullo de palio
es un crujir de varal
lirios en un calvario
así, así es GUADALCANAL

jueves, 7 de abril de 2011

COMO HUELE GUADALCANAL

Como huele Guadalcanal
huele a dulces y azahar
a capirote y mantilla
a quejíos de un cantar
de saeta en seguidilla

Huele a rosa, huele a lirio
a llanto de dolorosa
a Cristo muerto en martirio
a noche bruja y preciosa
y a piropos de delirio.

A manto de terciopelo
a los bordados en oro
huele a la gloria del cielo
Guadalcanal huele a tesoro
aun en pena y desconsuelo.

Huele a cirio de pasión
huele a muerte en el palacio
en los divinos lamentos
y a luz de consagración
en el áureo monumento.

Como huele Guadalcanal
a tristeza y alegría
a varal y canastilla
a rosarios de agonía
y a cielo azul sin mancilla.

Huele que huele Guadalcanal
a cera, blonda y capilla
a susurros de embeleso
y a plegarias de rodilla.

Huele que huele Guadalcanal
a risa, llanto y amor
a esquinas blancas de cal
y a drama de Redentor.


JUAN PABLO UCEDA CRIADO