domingo, 26 de septiembre de 2010

ADIOS A NUESTRA MADRE DE GUADITOCA



Triste camino de ida
Entre las mieses que lloran
Cuando marcha la señora
Por la senda dolorida
Atrás va quedando el camino
Que lo quiebra la pisada
Del humilde peregrino
Que la lleva a su morada
Llora el junco en la ladera
Flor de jara aletargada
Y el crujir de la madera
Cuando al hombro va aferrada.

Sueño con otro camino
Cubierto de margaritas
Y de rojas amapolas
en las puertas de tu ermita
Donde hoy quedas triste y sola
Mar abierto de romeros
Un repique de campanas
Una flor en un tu sombrero
Y en el atrio cortijero
Vaya asomando tu cara

Sueño con otro camino
Leve luz de tarde clara
Quiero ser el peregrino
Que te devuelva a tu casa
Quiero caminar contigo
Entre el romero y la jara
y llevar a su destino
tu presencia soberana.

jueves, 16 de septiembre de 2010

AQUELLA FUENTE

Fuente de viejos cauces
De agua pura y cristalina
entre el olmo y el sauce
surcando por la colina
Manantial de primavera
Y de juegos estivales
De hielos invernales
Y de sudor en la era
Descanso del campesino
Sosiego de la infancia
De la flor la fragancia
Y sustento del olivo
Del tiempo fuiste testigo
Viste estallar cañones
Tus aguas son ilusiones
Que se fundieron contigo


Hoy yaces dormida
En el sueño de la tierra
Tus aguas que fueron vida
En tu quimera se aferran




Llora tu ausencia la flor
Que crecía en tus laderas
Llora el canto de la era
Y a su paso el labrador
Llora la espiga dorada
Por la brisa y por el sol
Y el pilar que fue tesón
De la sed de la manada


Tiempos que se perdieron
en la sed de tu esplendor
Sueños que se fundieron
Bajo los rayos de sol
y aquella fuente que un día
Con su cauce se marchó
Llevándose la alegría
Del caudal de su ilusión
Deja la roca vacía
Y en ella está el corazón
De quien su sed sació un día
Y de ella se enamoró.




C. SÁNCHEZ

domingo, 12 de septiembre de 2010

EL ARTE DE LA PINTURA POR RAFAEL SARMIENTO


La imitación es la base común entre la literatura y las demás artes. El pintor, al igual que el poeta imtita las cosas de tres maneras posibles: como son, como deben ser y como él quiere que sean.
Simonides de Ceos consideraba la poesía como una pintura que habla y la pintura como una poesía que calla.
Es así como Rafael Sarmiento Martín de arriba, joven escultor y pintor de Guadalcanal nos muestra su arte en esta presentación fotográfica. No hacen falta palabras para saber de ese arte, aunque es su propio arte quien habla por sí solo.........

EL CONVENTO, AQUELLA PRIMERA ESCUELA

Al comenzar este artículo no podía ser de otra manera que dedicándole estas líneas a aquellas que secundaron los pasos de mis padres en mi educación Cristiana, me enseñaron mis primeras letras y mas que maestras fueron amigas:
Hna Mª Reyes, Hna Isabel y a la memoria de Hna Josefa Maria y Hna Encarnación.


Ahora para hablarles del convento me sitúo en la atalaya de nuestro pueblo y mientras contemplo su puerta cerrada y las persianas desgastadas por el paso de los años, penetro en el interior de mi memoria donde no hay letras para expresarse ni pluma para plasmarlas, solo dejo que la voz del sentimiento me guíe hasta el final por cada renglón de este articulo.
Porque, hablar del convento, es adentrarse en la conjugación del sentimiento y el recuerdo. Hablar del convento es hablar de enredaderas de rosales que jugaban a tintinear con el cristal en las tardes airosas y ofrecían el mejor de sus aromas en el dintel de la primavera, es hablar de la Hermana Josefa Maria quien dejó prendido su bien hacer en estos muros que hoy lloran inconsolablemente su ausencia .Es buscar en lo mas hondo del sentir y encontrarse con una mañana de septiembre cuando ya se nos habían regalado las primeras hojas caídas y la mano temblorosa de la Hermana Maria de la Luz acariciaba casi sin fuerzas la campana en son de bienvenida, su tañir tosco y severo auguraba nuevas vivencias entremezcladas con el olor a libros nuevos que hoy han quedado para siempre en un rincón de la nostalgia. El olvido y abandono se apoderan del recuerdo que lucha en las sombras de la mente por encontrarse con una tarde de sol próxima al ocaso cuando los riscos del Cristo se llenan de algarabía y olor a margaritas recién cortadas. Es allí en el centro de toda esa magia donde la sonrisa de la Hermana Isabel se quedo grabada en esos tantos corazones revestidos de uniformes . Curiosa indumentaria faldas a cuadros y rebeca verde ,telas que mas tarde fueron sustituidas por el azul y gris y eso sin olvidarnos de aquellos babys que tanto nos molestaba llevar y que el paso de los años hizo que le tomáramos cariño, pero eso si, todos iguales, sin diferencias porque todos éramos los niños de nuestras queridas hermanas y todos cambiamos en el corazón de aquel que hoy nos sigue abriendo su pecho en el centro de la pequeña capilla.
Muchos recuerdos se agolpan en mi mente y en el conjunto arquitectónico del patio central aquella pequeña alberquita que era el deleite del alumnado y que mas de uno en alguna travesura llego a probar.
Las misas de los jueves, el rosario en el mes de Maria las campañas del domund, las regañinas de Loli en el pasillo, las costuras de la Hna Encarnación porque, ¿Qué alumna no conserva en sus cajones algún trabajo realizado con ella?.
Pero para mi, el mas vivo recuerdo que conservo del convento fue aquella maravillosa clase de quinto que jamás olvidare, porque entre la dulce sonrisa y la voz sosegada de la Hna Maria Reyes quien entre números y letras , ciencia e historia fuimos aprendiendo poco a poco ha hablar con Dios.
El Espíritu Santo , era como un río de niños que fluía calle abajo con especial parada en las “chucherias del gordo” y que seguía su cauce por las calles Camacho y Granillo para desembocar en la plaza. Cauce , que hoy se ha secado y al igual que las cigüeñas que emigran a tierras calidas aquellas Hermanas se marcharon dejando blancas paredes que con el tiempo abandonaron su blancura, muros que lloran, y sobre todo un vacío en el corazón de Guadalcanal.
Ahora el Convento será otra cosa: tal vez un hotel, tal vez un albergue. Pero para nosotros esos niños de 30/40 años será en nuestro recuerdo aquello que fue……
Nuestra primera escuela, nuestro segundo hogar.

sábado, 11 de septiembre de 2010

CARTA A DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Estimado caballero andante espero que a la llegada de ésta encuentre usted un momento en su calendario errante en el tiempo para dedicar a este rincón Andaluz , que por don de naturaleza se dibuja entre las últimas estribaciones de su madre Sevilla, para asomarse entre zarzas y olivos a la nobleza extremeña.
Se llama Guadalcanal y el centro desde el cual le escribo c.p. adultos Guadalcanal aquí compartimos experiencias, todas ellas basadas en el aprendizaje, pero mas que ello nos unimos profesoras y alunnas en la mas agradable y acogedora convivencia.
En el cuatrocientos aniversario de su nacimiento, cuando tanto se está hablando de usted me atrevo a ser yo misma quien dirija unas palabras a su noble persona; y en esta carta donde uno la claridad de mi pensamiento con la torpeza de mi pluma le expreso mi signos de admiración hacia tan caballeresca valentía.
Usted, caballero errante, siempre recorriendo las llanuras manchegas en busca de un mundo diferente. Tantas veces fue vencido, encerrado, burlado y hasta mal herido. Pero su afán de lucha al mismo tiempo fue premiado por el transcurrir de los siglos.
¡Como le admiro caballero! Porque tal vez no conquistó el mundo deseado, pero no supo permanecer inmune ante la injusticia que su mente vislumbraba; y en cada nuevo intento por subsanar su mundo virtual , aún en las circunstancias mas adversas, le acompañaba su amigo Sancho quien supo cambiar el reino de su isla barataria por el solo placer de su grata compañía. Tal vez lo mas real de su existencia, envidiado y admirado en el transcurrir de nuestros días donde el valor de la verdadera amistad cada vez es mas escaso e inusual.
A veces sueño ser como su merced, y sumergirme en un mundo imaginario que yo misma creara en la nitidez de mi pensamiento, pero el haberlo conocido me delata que hasta en los lugares mas recónditos de la memoria surgen obtáculos , los cuales yo no sabría superar sin tener su destreza y valentía. Aunque por mi mente circunda su mismo ideal: el mundo se mueve con ideas, y las propias son las que dirigen todo el devenir. Que mas da tener o no la razón de tu lado, lo importante es estar convencido de lo que haces porque, estés o no en lo cierto, es tu verdad, es tu idea, es tu vida.
Lo mismo debió pensar usted mi Señor, el día que despojó de orín las viejas armas de sus antepasados, bautizo a su viejo caballo, y se dejó nombrar caballero por un humilde ventero. Poco equipaje le bastaba para conseguir sus objetivos , con el único fin de arreglar el mundo y ofrecerle a su musa su brillante valentía.
Que mas da Aldonza Lorenza o Dulcinea del Toboso, tosca labradora o princesa de un castillo cuando el único fin era ofrecerle a ella su victoria que no era otra que su afán de lucha.
No se , si seria un atrevimiento de mi parte pedirle que viajara en el tiempo, quizá este mundo que vivimos necesite Otro Quijote.
En la llanura de nuestra realidad, se divisan seis gigantescos molinos ensombreciendo nuestra existencia. El paro, la droga, el hambre, la envidia, la violencia y el mas grande y abominable de todos y el que es la causa que desencadena los demás: la desigualdad del mundo.
En una sociedad tan avanzada, donde la ciencia casi se impone a la naturaleza, donde conviven políticos, ingenieros, científicos y teólogos, nadie tuvo jamás la valentía de partir a lomos de caballo con la mínima protección de su vieja armadura a desfacer el daño producido por tan despiadados malandrines. Quizá porque los ven demasiados sumergidos en la irrealidad y temen ser tomados por locos , o tal vez por el temor de encontrarse cara a cara con la mas cruenta de las realidades.


Como ve mi estimado caballero andante , nuestra sociedad le llama a gritos.
Empuñe sus armas, ensille su caballo y saque su inspiración de cualquier reglón de su colección de novelas. Si no es posible arreglar nuestro mundo, invítenos a todos a intentarlo; porque, mas valen mil intentos fallidos que el miedo de fallar nuestro logro.
Ojalá que cuando pasen otros cuatrocientos años, este mundo sea el suyo, aquél que usted soñó conquistar un día y con el gran molino de la desigualdad derrotado, ya en la posteridad, prevalezca el nombre de su bendita tierra:
Aquel lugar de la mancha cuyo nombre siempre recordaremos.