jueves, 23 de diciembre de 2010

LA NOCHE DE NOCHEBUENA

Otro año más llega la Navidad. Los niños de San Idelfonso con su dulce y melódica voz nos anuncian una lluvia de millones entre botellas de cava que se descorchan. Esas voces en los televisores de todos los hogares son el pórtico de unos días llenos de festejos deslumbrantes, que pasan a nuestro lado dejando el simple sabor de que otro año más ha pasado.
La plaza del pueblo está aun más hermosa. Un cúmulo de luces de colores se agolpan alrededor de un árbol gigantesco que ilumina la pequeña estancia que la rodea.
La gente corre de aquí para allá cargada de paquetes que se sumergirán por las chimeneas de los hogares, en honor de aquel viejo barbudo legado de tierras extrañas.
Y en las mesas, finos manteles acogerán todo tipo de manjares entre risas y brindis al calor de un fuego que se consume lentamente como la vida misma lo va haciendo entre sus vanalidades.
La noche era fría. En aquel hogar no había luces de colores ni manjares. El viento helado de la nochebuena traspasaba los cristales rotos de la única ventana que lo iluminaba.
Un par de mantas eran más que suficiente para cobijarle del frío invierno que duramente se revestía contra sus huesos.
Él podría llamarse Juan, o Luís, o Antonio que más da su nombre. Porque hacía tiempo que nadie lo nombraba. El eco de su voz también se había apagado, se había secado en su garganta donde solo había lugar para el escaso trozo de pan que tenía para llevarse a la boca.
Pero la noche dibujaba su hermosura sobre aquellas viejas paredes que desvanecían su encalado, reflejando la tenue luz de la luna en las baldosas desgastadas por el paso de los años.
Él recordaba otros tiempos, recostado en un rincón al calor que le brindaba la pobreza de sus mantas.
De pronto la tenue luz que se adentraba por las grietas de los cristales se hizo más intensa y su luminosidad inundó la pequeña sala.
Una estrella destacaba entre las demás en el firmamento y el halo de su belleza volvía cálido el frío de la noche.
Él abrió los ojos como queriendo aferrarse a la vida. En ese último intento escuchó el dulce llanto de un niño recién nacido. Ese niño le tendió la mano y las pocas fuerzas que le quedaban para levantarse de su gélido rincón, se acrecentaron de manera sorprendente.
Aquel recién nacido era el niño Dios. Y en esa noche fría de nochebuena había elegido las viejas paredes de aquel hogar, para hacer reaparecer la verdadera Navidad.


Que esa Navidad nos llegue a todos al corazón y sea el punto de llegada a donde nos lleve el camino del adviento.

FELIZ NAVIDAD

domingo, 5 de diciembre de 2010

HERMANA JOSEFA MARIA

 ¡Hermana Josefa Maria
humilde y fiel servidora
tan de Dios y tan nuestra
no apartes de nosotros tus ojos
que reflejan la generosidad del Altísimo.
Ya habitas el Santuario de la Trinidad:
Fuiste discípula en la iglesia del Padre, compañera en el  templo del Hijo y maestra en el convento del Espíritu Santo.
Enséñanos a cantar en todo tiempo la grandeza de nuestro Señor Jesús.
A vivir día y noche  tu alegría, el gozo de sentirnos mirados y amados, por la entrañable misericordia de Dios, nuestro Señor.
Y ruega por nosotros ante su hijo el Bien Amado.  Amen ¡


En la suave orografía de la comarca Extremeña de la Serena, quiso Dios que naciera la Hermana Josefa Maria. Y como un esqueje vivo de las milenarias encinas que configuran su paisaje, creció en el amor y servicio al Señor y fue dotada como el emblemático árbol, de la sombra de la protección, de la austeridad, de la profundidad de los mas nobles sentimientos, de la generosidad y la grandeza del alma y de la entrega total a cuantos a ella se acercaron.
Su espíritu era fuerte, como las rocas, como las pizarras y las canteras de Zalamea, Mostró siempre una gran dimensión humana , aún en los momentos de limitación física que supo combatir con entereza y aceptación hasta el final.
Su vocación religiosa fue su auténtico código cristiano , que marcó señaladamente con el esfuerzo, la dedicación, el cariño y la sinceridad de su oración por el hermano necesitado.
Y reguló todos estos dones, aptitudes y sentimientos, desde una inmensa humildad al servicio de las Hermanas de la Cruz en primer lugar, y como hija obediente de la “Madre Angelita”, hoy Santa Ángela de la Cruz, aprendió a llevar consuelo a los más desfavorecidos y a multiplicar los panes y los peces como Cristo, para que nadie quedara sin alimento en el cuerpo y en el alma.
Fue su vida una constante por imitar a Jesús y a su Santísima Madre y si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, ella , la Hermana Josefa Maria, asemejó para su misión religiosa, los dictados divinos, que llevó a cabo a golpes de corazón.
Alma peregrina de ligero equipaje, como todo el que sirve al Señor, así lo diría Santa Teresa de Jesús:¡solo Dios basta!
Tenia entre sus pertenencias , una estampa ajada por el paso del tiempo y desvaídos sus colores, aún así podía observarse como un Corazón de Jesús de rostro amable y complaciente, con sus manos extendidas a un permanente abrazo invitaba:
¡dejad que los niños se acerquen a mi!
Y en la idílica senda de aquella vieja estampa, una fila de niños y niñas avanzaban por un camino ribeteado de alegres florecillas que parecían moverse al compás de una suave brisa apenas perceptible .
Mientras, en el campo celeste de aquella visión, dos nubes algodonosas se sometían al calor de un sol limpio, como el cielo azul, y llameante como el corazón que a Jesús le brotaba del pecho.
Esos niños , tras sortear un robusto puente, bajo el cual discurría un arroyo de verdes y cristalinas aguas, estaban a punto de alcanzar el abrazo de Jesús.
¡dejad que los niños se acerquen a mi!
Años después los niños y niñas siguieron acercándose a Jesús, a través de la Hermana Josefa Maria, convertida en aquella idílica senda de una vieja y manoseada estampa.
Había descubierto su auténtica vocación de servicio a Dios: la catequesis del amor a través de la enseñanza de la Doctrina Cristiana.
Y entonces muchos de nosotros tuvimos también una nueva estampa: el Corazón de Jesús en la casa del Espíritu Santo, invitándonos a cobijarnos en su abrazo protector y a El nos dirigíamos por las calles que nos llevaban al convento. A lo lejos también el sol, las nubes y las florecillas entre las sierras de Guadalcanal . Y el puente, fuerte, que era el tesón de esas Hermanas cuya congregación nos inculcó la sabiduría en el respeto a los demás.
Y el arroyo de aguas verdes y cristalinas que eran los ojos de la  hermana Josefa Maria, en cuyo remanso encontramos la paz, aprendiendo a ser hombres y mujeres de provecho, creciendo en la rectitud y forjando al paso de los años , auténticas familias cristianas.
Hoy la Hermana Josefa Maria ha querido traspasar la frontera de la eternidad, para estar junto a la dulcísima  luz que siempre le alumbró: aquel Nazareno humilde que aún lleva sobre sí las virutas de la carpintería de su padre José.
Ahí lo vemos, expresivo y quieto, remarcado por el contraluz frío de esta mañana de diciembre. Tomando su cruz y abriendo su corazón como siglo tras siglo, expresando la voluntad de seguir redimiéndonos.
¡Como se iluminaba la mirada de la Hermana al contemplarlo! Sus ojos verdes tenían el resplandor de la zarza que ardía en el desierto y al El lo seguía tras el arado de su Cruz que abría los surcos por donde nos llevaba hasta la sublime y amarga madrugada.
Y fiel a la convocatoria de su corazón, estaba cada año también, cuando el reloj de la villa daba las cinco de la madrugada y cinco esferas de silencio se expandían por la plaza de Guadalcanal .
El chirriar de los goznes de la puerta de Santa Maria se confundía con el crujir de los huesos del Hijo de Dios, agobiado por el peso del madero que lo desequilibra y arrastra en un giro violento hacia la calle de la amargura.
Y era entonces cuando la Hermana , establecía un intimo dialogo desde sus labios orantes:
“aunque soy polvo y ceniza me atrevo hablarte, mi Señor y te pido porque eres el Dios del amor, de la piedad, de la comprensión, del sacrificio, de la entrega, de la bienaventuranza, de la igualdad, y quiero compartir contigo aliviando tu carga.
Déjame sufrir también por los pobres, por los solitarios, por los desamparados, por los excluidos, por los asesinados y los heridos, por los ancianos y los niños, por las mujeres maltratadas y por cuantos sienten la frialdad del dolor y la tristeza “
Y sufrió por todo eso y por mucho mas ; y en la sombra medianera de cada madrugada, cuando una linde de sombra y una orilla del alba, anuncia la visible dulzura de ese Cordero de Dios que es Nuestro Padre Jesús, carga también su particular Cruz y cuando nota que su cintura se quiebra menos, mira hacia atrás y comprueba complacida que al igual que Jesús también le ayuda su cirineo: nuestra querida amiga Rafa, quien ya no la abandonaría jamás en ninguna de sus vías Dolorosas.
Aún tuvo fuerzas en aquella última madrugada para renovar su compromiso de compartir la carga del Señor.
Su cuerpo extremado por la enfermedad, se creció ante la poderosa presencia del nazareno:
“Padre nuestro que estás en el cielo...
y hoy mas que nunca a mi lado, tu hombro con mi hombro, tu dolor con mi dolor...

mi dulce Señor, que a paso lento
apuras un camino doloroso
y te acercas al calvario tenebroso
sin queja y sin ningún lamento.
Guadalcanal comparte entristecido
Y sin norte por el aura de tu pena,
Que lo asombras con una faz serena
Perdonando el escarnio cometido.

Dios estuvo también más cerca de nosotros aquella madrugada, tan cerca que lo vimos sosteniendo a la Hermana Josefa Maria y glorificándola en su dolor.
En Jerusalén la turba curiosa se marchó una vez que hubieron visto pasar al sentenciado. ¿ quien habría de fijarse en la Madre traspasada de dolor por siete puñales?
El espectáculo era el tormento del hijo , no el dolor de la madre en cuyos ojos febriles se refleja ya la Cruz alzada en el Gólgota.
La Hermana Josefa  Maria vio en esta Virgen de los Dolores el modelo a seguir, Madre de la regeneración humana, verificada por medio de su Divino hijo. Modelo a seguir en la abnegación cuando el hijo fue sentenciado injustamente , a morir en la Cruz, por la salvación del hombre.
Esta Madre que representa la fuerza, la dignidad y belleza de la familia cristiana.
Personificación celestial de la mujer, de la esposa y de la madre perfectas. Destinada a ser también pieza fundamental junto a su hijo, en la obra de la redención del mundo, sufre su pasión y por eso entrelaza sus manos en una permanente suplica al Padre.
La Virgen de los Dolores , la Virgen de los “Blancos” como aquí nos gusta llamarla. De los “Blancos” color de la azucena que le ofrenda Gabriel en su Inmaculada Concepción. Blanco, como el azahar que le nieva cada Semana Santa. Blanco como el color del alma pura, que se postra ante el Santísimo Sacramento, que venera y abandera orgullosa su Hermandad.
Por eso Dios la escogió como Custodia y Cáliz , para derramar sobre Ella con larga mano sus tesoros y privilegios.
Color blanco, sin mancilla, como el pecherin de encajes que arropa su corazón lacerado por siete espadas.
¡Cuantas veces la Hermana Josefa Maria la ha contemplado en la quietud de su capilla y ha deseado arrancarle uno a uno los dolores que la atormentan:
-         puñal por la falta de caridad
-         puñal por ir en contra de la unidad de la Iglesia
-         puñal por el recurso de la violencia
-         puñal por las discriminaciones
-         puñal por las exclusiones
-         puñal por el desprecio de los pobres y desposeídos y puñal por las ofensas a los que no tienen patria ni tierra ni casa. Y cuanto sabe de este puñal mi Virgencita de los Blancos, que vive en permanente exilio de su Iglesia de la Concepción.
Por eso la Hermana Josefa Maria la quería , la cuidaba y mimaba con esmero, como si fuera uno de sus niños o uno de sus pobres y la confortaba en su total desvalidez, diciéndole:



“Siete puñales , Señora
por piedad yo te quitara
y uno a uno te arrancara
del dolor que te devora
y en dulce sueño  postraras
que antes que llegue la aurora
yo tus lagrimas robara
del caudal que a ti te aflora
y todo tu llanto quedara
en mi alma que te implora
y en los surcos de mi cara.
Pero quien te clavó Madre mía,
El mas certero y doliente
Ver como tu hijo moría
En el madero crujiente
En tres horas de agonía.
Por eso aguas de amores
En tus ojos ya brotaron
Y mis labios te rezaron
Para calmar tus Dolores.

Así fue la vida de la Hermana Josefa Maria. Ella nos dejó su mensaje de alegría y esperanza.
Fue una persona optimista que no se arredraba ante las dificultades. Recibamos y continuemos su obra como la mejor prueba de nuestro cariño y respeto.
Ella nos seguirá ayudando, por eso pidámosle con la serena y total confianza, como los hijos piden y confían en sus padres. Vivamos su recuerdo , anidados en el hueco amoroso de su abrazo, para que en su mansa fortaleza soportemos  mejor las variaciones del ánimo o los golpes del destino.
Tal vez otras devociones se resientan cuando la vida nos hiere. Ella no, Ella prometió y dio se nos ofreció por entero. Yeso, para los que muchos la amamos fue todo.


Y mas dicha hallar no pudo
Que con Jesús y Maria
Servir a Dios fue su anhelo
Y el sentimiento más puro
Que la inundó de alegría.
Por eso a El le pidió
Como premio a sus desvelos
Ya para siempre morar
En este trozo de cielo
Que es ¡ su Guadalcanal!



 JUAN PABLO UCEDA CRIADO

domingo, 28 de noviembre de 2010

POEMA DE LUNA AZUL


La luna bajó una noche
A ofrecerte su pañuelo,
Lágrimas rojas corrían
Por tu rostro y por tu cuerpo.

¡llévame contigo,luna
Que sola escapar no puedo!

¡llévame contigo,luna
Que quiero subir al cielo!

Que cada día me ata
La cadena azul del miedo,
Que no quiero que amanezca
Una mañana mi cuerpo
Frío e inerte en el suelo
Rodeado de silencio

¿Por qué no me llevas luna
Contigo lejos, muy lejos?
Si ese que viste anoche
Humillarme y golpearme
Sin piedad, sin desaliento,
Es el mismo que veías
En otras noches sin tiempo
Besarme y acariciarme
Susurrándome un te quiero

¿Por qué no me llevas, luna?
No ves que escapar no puedo?

Y la luna te miraba
Desde lo alto del cielo
Con lágrimas en los ojos
Te ofrecía su pañuelo

Te fabricó una escalera
De estrellas y de luceros
Y te gritaba muy alto,
¡no te pares, sal corriendo.

LOLA FRANCO

domingo, 21 de noviembre de 2010

EL MUNDO DESEADO

Actualmente, en el año quinientos seis del siglo cincuenta y seis, estoy sentada delante de mi computadora, en el amplio espacio que me brinda mi habitáculo. La parte donde me encuentro costa de cuatro puertas circulares con sonido digital, cuarenta y seis botones, catorce tubos suministradores y tres teclados. Con cada uno de los botones dirijo las operaciones con la ayuda de los teclados, introduciendo códigos y claves a través de un lenguaje de programación, impuesto para el suministro de alimentación y energía.
Mi habitáculo de forma esférica se comunica con el exterior por cuatro ventanas semicirculares, a través de las cuales diviso mi nave estacionada, siete torres de control espacial y algún que otro transeúnte suspendido en el aire.
Por detrás de la embajada de neptuno, observo dos montañas plagadas de árboles, y me pregunto por la mano humana que las creó y que material debió emplear para ello hasta conseguir una morfología tan perfecta. Como es de suponer no hallo respuesta.
Pero a lo que voy, regreso a mi habitáculo y me dispongo a leer el disquet que me conseguí en la biblioteca interactiva. Me interrumpe mi primo que me llama por la línea cuatro de intralec desde saturno dónde reside hace dos años con la mujer que conoció en su viaje a tierras marcianas. Le cuento la noticia: en casa estamos de celebración , papa murió la semana pasada y acaba de llegar recién clonado del laboratorio que regenta su tío en mercurio. Aunque si les cuento mi verdad “a mi no me parece tan papá.
Por fin puedo ver como el disquet interactivo me habla de nuestros antepasados. Me río cuando veo que viajaban en coche una estructura metálica con cuatro neumáticos circulares que se deslizaban a toda velocidad por el asfalto (claro no tanto como mi nave), comían lo que ellos mismos cocinaban en lo que llamaban cocinas ¡que ingenuos! Con lo fácil que es introducir un código ,acercarse al tubo suministrador, y deleitar los placeres de la buena mesa.
Ahora se nublan mis ojos ante lo que contemplo. Aquí me habla de justicia y dice que una persona la dictaba. Para ello se leía durante años libros impresos en papel en algo que llamaban universidad. Eso la diferenciaba de las demás y le daba el derecho a juzgar la vida de las personas en un mundo dónde aún no existía la clonación.¿ Y qué decir de aquél trozo redondo de metal que a veces se presentaba en forma de papeles? En él radicaba el mundo, vivían por y para él y por él llegaban a cualquier cosa. Dólares, pesos, euros, lo llamaran como lo llamaran siempre acababa dividiendo y clasificando a las personas.
Paso página y me encuentro con el capitulo de una juventud consumiendo estupefacientes nocivos, mientras hablaba de libertad en una cárcel que ellos mismos se creaban. Ahora es cuando desconecto mi computadora, ¡no quiero leer más! ¡ya he visto suficiente!
Me alegro de ser yo misma en el año quinientos seis del siglo cincuenta y seis, de vivir en mi habitáculo esférico de la colunna dieciocho de la calle dos mil cuatrocientos setenta y cinco del planeta tierra. Y sobre todo me alegro de asomarme cada día a mi ventana circular y contemplar aquellas montañas plagadas de árboles legendarios que me hablan con la experiencia de los siglos.


C. SÁNCHEZ

domingo, 14 de noviembre de 2010

DE NOCHE


De noche el mar es gris compacto, oscuro
Como el silencio desdentado
Como el plomo apagado de un mal sueño.

De noche, el mar es casi negro
Y el aire se endurece de azabache
Y se atoran los ojos como fósiles
Y los labios se empapan
De sabor mineral…

Tan sólo tus palabras, amor mío
Diluyen la negrura de mi aliento
Tus susurros, mi amor, como caricias
Están hechas de luz y de zafiro
Y tus besos mineros que perforan
La sombra en busca de la aurora, son.

¡Nada importa la noche y su negrura
Si tú estás a mi lado, vida mía!

                     JOSÉ LUIS ÁLVAREZ MARTÍNEZ

                                                               (Doctor en filosofía y letras)

domingo, 7 de noviembre de 2010

LA PINTURA EN GUADALCANAL


Pintar es jugar con la imaginación. Darle color y forma a todo aquello que nace en la mente para ser transmitido al exterior. Cuando la voz se apaga es el eco del pincel quien deja plasmado en el lienzo, todo aquello que no se puede transmitir con palabras.
La pintura es la mimesis de la naturaleza. Todo lo real encuentra su propia reproducción en el lienzo, haciendo de éste el canal de transmisión por el que nos llega toda la sensibilidad que el pintor lleva dentro.
Los colores van conjugando su métrica, uniéndose en perfecta armonía para ofrecernos la musicalidad de sus tonos. Es el azul intenso del cielo quien nos pinta la inmensidad, mientras que el grisáceo de unos nubarrones nos habla de melancolía y tristeza.
Pero no es solo descripción lo que a través de renglones coloridos, se aprecia en la textura de un cuadro. La voz del narrador parece hablarnos desde dentro y nos lleva a conocer la historia que cada lienzo lleva escrita con el pincel del sentimiento.
Por eso el arte de la pintura es una forma más de comprender la literatura. Cuando se le niega la voz a la palabra, el pincel toma forma. Y entre metáforas y alegorías nos presenta una retórica que nunca mejor dicho se dibuja entre la luz y la sombra creando el estado puro del artista.
Es así como en Guadalcanal se asimila la semejanza de sus artes. Sea prueba de ello esta presentación fotográfica, tomada el pasado miércoles del taller de pintura que allí se está realizando.
Aprender a pintar es aprender a hablar sin palabras. Es expresar en colores todo lo que se lleva dentro. Y es darse cuenta que la pintura siempre será para el artista como una poesía que calla.
  

                                      C. SÁNCHEZ

domingo, 31 de octubre de 2010

NOCHE DE TODOS LOS SANTOS

La tradición que nuestros mayores nos legaron, con el devenir de la vida ha ido dando paso a la imposición de neologismos, que van envolviendo poco a poco nuestra sociedad, introduciéndola en una modernidad absoluta ( casi siempre importada) que va dominando las bases de nuestra cultura.
Hoy al asomarme a mi balcón y respirar el aire puro procedente de la sierra, me he dado cuenta que es el día de todos los Santos. No he tenido que ojear el calendario, ni tampoco dejarme envolver por el olor a crisantermo fresco que se deshoja a su paso al cementerio.
He mirado los balcones de las casas, y en ellos se perfilaba la muerte colgada en forma de calabaza. ¡ Que rostros más feos mostraban! ,¡ni me atrevía a mirarlas! Por dentro la tenue luz de una vela, iluminaba su estancia. Dicen que anoche fue noche de brujas, de misterio y de fantasmas. De disfraces por las calles y de fiesta pagana.
No se si es desilusión o rabia o quizá simplemente nostalgia, la voz que me grita por dentro y en mi pecho se desgarra.
Pero quiero dejar un momento para pensar en las almas. En toda esa gente buena que por la vida ha pasado, dejando su gran labor y sin que se le haya reconocido nada.
La iglesia les llama Santos, yo simplemente quiero llamarle almas y recordarles en un día que está lleno de esperanzas y de aromas de claveles para desterrar todas esas calabazas.
Y ¿Qué decir de las campanas?
¿De esa fúnebre melodía que en este día nos despertaba?
Era una noche en la torre, de convivencia y de magia.
El compartir de unos chavales que entre migas y castañas
Jugaban a ser mayores en esa inmensa atalaya
Y en los toques de agonía que tañían las campanas
Bajo la luz de faroles que el viento casi apagaba
Avemarías y glorias en la noche divagaban
Uniéndose en un rosario y en una misa temprana.

¿Dónde están los monaguillos que al badajo se aferraban?
Lo inexorable del tiempo hizo que maduraran y hoy ven como sus hijos celebran la noche fantasma, entre máscaras que no son más que otro disfraz de España.
Y como yo, al abrir este día el balcón y ver esas horribles calabazas, miran con nostalgia a la torre y el silencio de sus campanas.

Quiero volver a ese pasado, de aquellas tardes de otoño por la penumbra empañadas, donde unas manos cansadas, fraguaban una corona de margaritas blancas.
Donde lloraba el clavel depositado en el mármol, derramando su fragancia.
Donde un pajarillo cantaba entretenido en el ciprés que firme al cielo se alzaba.
Y borrar esa noche en que el terror y el hechizo en forma de calabaza
Dibujaba calaveras y disfrazado de asesino nuestra cultura mataba
¡Si sólo es noche de paz, de espíritus y de almas!


         C. SÁNCHEZ

domingo, 24 de octubre de 2010

SILENCIO Y PURO DOLOR

Esos pájaros que ves
Encima de tu cabeza
No están muertos ,solo esperan
Saben que quizás no escapes
De esa prisión sin rejas

La primera bofetada
¡sonó tan cruel en el aire!
Pero tu en vez de gritar
Y correr hacia la calle,
Ocultaste tu dolor
Con silencio y maquillaje.

Cometiste el gran error
De llegar a perdonarle
Cuando llegó a ti sumiso
Implorando tu perdón,
Proclamándose culpable
Oculta la tirania
Tras su máscara cobarde
Disfrazada la verdad
De frases dulces y amables

Siguieron después mil noches
De dolor y de silencio.
Mientras te golpea,juras.
¡mañana haré la maleta!
Y el miedo es fuerte guardián
Que del pelo te sujeta

Se romperá tu silencio
Quizas una madrugada
Cuando ya tu cuerpo inerte
Sea una foto de portada
…y ya no podras gritar
…y ya no podras correr,
Por siempre estaras callada.

Jamás le podras decir
Al que pega a una mujer
Que cada vez que lo haga
Piense en la que le dio el ser
Que ella también fue culpable
De haber nacido mujer,
Cometió un solo delito,
El de dejarlo nacer.
                                                                                                            LOLA FRANCO

domingo, 17 de octubre de 2010

LA MIRADA DE UNA IMAGEN

Siguiendo la teoría de Simonides de Ceos en su célebre comparación entre poesía y pintura nos encontramos con estas imágenes de Rafael Sarmiento , que nos presentan a la pintura como una verdadera poesía que calla.

domingo, 10 de octubre de 2010

EN SOLEDAD

La noche tiende su manto
Sobre un cielo amarillento
Sola sentada en un banco
Sumida en su pensamiento
Mira pasar la vida
Que se le escapa por dentro
Desconsolada y hundida
En un mar de desconcierto.
Donde quedó la alegría
De aquellos buenos momentos
Largas noches sin día
Días largos y negros
Lágrimas de agonía
Por un tiempo que se ha muerto.
Un rostro doblegado
Por lo inexorable del tiempo
Un destino maltratado
Por abandono y silencio
Y un banco fatigado
De sostenerle su cuerpo.
Y la luz de la mañana
Quiso brillar hoy de nuevo
Se vistió con nuevas galas
Se reflejó en el espejo
Lanzó al viento sus alas
Y voló lejos ….. muy lejos
Hacia el banco dolorido
de silencio y amargura
Susurrábale al oído
Una nana con dulzura
Esfumábase su miedo
A la sonata de cuna
Y levantando su vuelo
En una nube de espuma
Quiso subir al cielo
En una noche de luna
La noche vistió de blanco
El cielo de azul intenso
El férreo vacío del banco
Sin sus tristes pensamientos
En un vuelo se esfumaron
Hacia otras noches sin tiempo.

martes, 5 de octubre de 2010

APRENDIZ (DESDE ALGÚN SENTIMIENTO)

El tiempo
Quiero y no quiero
Que pase,pero que pare
Que el bálsamo de tu voz
Vuelva a sonar en el aire

Que tus palabras,tus gestos
Tan fuertes
Pero a la vez,tan suaves
Me hagan mirar hacia dentro
Hasta que mi torpe cuerpo
Se convierta en una nave
Veloz…….
Capaz de lanzar al viento
Inquietudes y ansiedades

Y…..sentir!
Saber
Que si es demasiado fuerte
La tempestad de mi mente
Tus manos van a ofrecerme
Un punto donde apoyarme

LOLA FRANCO

domingo, 26 de septiembre de 2010

ADIOS A NUESTRA MADRE DE GUADITOCA



Triste camino de ida
Entre las mieses que lloran
Cuando marcha la señora
Por la senda dolorida
Atrás va quedando el camino
Que lo quiebra la pisada
Del humilde peregrino
Que la lleva a su morada
Llora el junco en la ladera
Flor de jara aletargada
Y el crujir de la madera
Cuando al hombro va aferrada.

Sueño con otro camino
Cubierto de margaritas
Y de rojas amapolas
en las puertas de tu ermita
Donde hoy quedas triste y sola
Mar abierto de romeros
Un repique de campanas
Una flor en un tu sombrero
Y en el atrio cortijero
Vaya asomando tu cara

Sueño con otro camino
Leve luz de tarde clara
Quiero ser el peregrino
Que te devuelva a tu casa
Quiero caminar contigo
Entre el romero y la jara
y llevar a su destino
tu presencia soberana.

jueves, 16 de septiembre de 2010

AQUELLA FUENTE

Fuente de viejos cauces
De agua pura y cristalina
entre el olmo y el sauce
surcando por la colina
Manantial de primavera
Y de juegos estivales
De hielos invernales
Y de sudor en la era
Descanso del campesino
Sosiego de la infancia
De la flor la fragancia
Y sustento del olivo
Del tiempo fuiste testigo
Viste estallar cañones
Tus aguas son ilusiones
Que se fundieron contigo


Hoy yaces dormida
En el sueño de la tierra
Tus aguas que fueron vida
En tu quimera se aferran




Llora tu ausencia la flor
Que crecía en tus laderas
Llora el canto de la era
Y a su paso el labrador
Llora la espiga dorada
Por la brisa y por el sol
Y el pilar que fue tesón
De la sed de la manada


Tiempos que se perdieron
en la sed de tu esplendor
Sueños que se fundieron
Bajo los rayos de sol
y aquella fuente que un día
Con su cauce se marchó
Llevándose la alegría
Del caudal de su ilusión
Deja la roca vacía
Y en ella está el corazón
De quien su sed sació un día
Y de ella se enamoró.




C. SÁNCHEZ

domingo, 12 de septiembre de 2010

EL ARTE DE LA PINTURA POR RAFAEL SARMIENTO


La imitación es la base común entre la literatura y las demás artes. El pintor, al igual que el poeta imtita las cosas de tres maneras posibles: como son, como deben ser y como él quiere que sean.
Simonides de Ceos consideraba la poesía como una pintura que habla y la pintura como una poesía que calla.
Es así como Rafael Sarmiento Martín de arriba, joven escultor y pintor de Guadalcanal nos muestra su arte en esta presentación fotográfica. No hacen falta palabras para saber de ese arte, aunque es su propio arte quien habla por sí solo.........

EL CONVENTO, AQUELLA PRIMERA ESCUELA

Al comenzar este artículo no podía ser de otra manera que dedicándole estas líneas a aquellas que secundaron los pasos de mis padres en mi educación Cristiana, me enseñaron mis primeras letras y mas que maestras fueron amigas:
Hna Mª Reyes, Hna Isabel y a la memoria de Hna Josefa Maria y Hna Encarnación.


Ahora para hablarles del convento me sitúo en la atalaya de nuestro pueblo y mientras contemplo su puerta cerrada y las persianas desgastadas por el paso de los años, penetro en el interior de mi memoria donde no hay letras para expresarse ni pluma para plasmarlas, solo dejo que la voz del sentimiento me guíe hasta el final por cada renglón de este articulo.
Porque, hablar del convento, es adentrarse en la conjugación del sentimiento y el recuerdo. Hablar del convento es hablar de enredaderas de rosales que jugaban a tintinear con el cristal en las tardes airosas y ofrecían el mejor de sus aromas en el dintel de la primavera, es hablar de la Hermana Josefa Maria quien dejó prendido su bien hacer en estos muros que hoy lloran inconsolablemente su ausencia .Es buscar en lo mas hondo del sentir y encontrarse con una mañana de septiembre cuando ya se nos habían regalado las primeras hojas caídas y la mano temblorosa de la Hermana Maria de la Luz acariciaba casi sin fuerzas la campana en son de bienvenida, su tañir tosco y severo auguraba nuevas vivencias entremezcladas con el olor a libros nuevos que hoy han quedado para siempre en un rincón de la nostalgia. El olvido y abandono se apoderan del recuerdo que lucha en las sombras de la mente por encontrarse con una tarde de sol próxima al ocaso cuando los riscos del Cristo se llenan de algarabía y olor a margaritas recién cortadas. Es allí en el centro de toda esa magia donde la sonrisa de la Hermana Isabel se quedo grabada en esos tantos corazones revestidos de uniformes . Curiosa indumentaria faldas a cuadros y rebeca verde ,telas que mas tarde fueron sustituidas por el azul y gris y eso sin olvidarnos de aquellos babys que tanto nos molestaba llevar y que el paso de los años hizo que le tomáramos cariño, pero eso si, todos iguales, sin diferencias porque todos éramos los niños de nuestras queridas hermanas y todos cambiamos en el corazón de aquel que hoy nos sigue abriendo su pecho en el centro de la pequeña capilla.
Muchos recuerdos se agolpan en mi mente y en el conjunto arquitectónico del patio central aquella pequeña alberquita que era el deleite del alumnado y que mas de uno en alguna travesura llego a probar.
Las misas de los jueves, el rosario en el mes de Maria las campañas del domund, las regañinas de Loli en el pasillo, las costuras de la Hna Encarnación porque, ¿Qué alumna no conserva en sus cajones algún trabajo realizado con ella?.
Pero para mi, el mas vivo recuerdo que conservo del convento fue aquella maravillosa clase de quinto que jamás olvidare, porque entre la dulce sonrisa y la voz sosegada de la Hna Maria Reyes quien entre números y letras , ciencia e historia fuimos aprendiendo poco a poco ha hablar con Dios.
El Espíritu Santo , era como un río de niños que fluía calle abajo con especial parada en las “chucherias del gordo” y que seguía su cauce por las calles Camacho y Granillo para desembocar en la plaza. Cauce , que hoy se ha secado y al igual que las cigüeñas que emigran a tierras calidas aquellas Hermanas se marcharon dejando blancas paredes que con el tiempo abandonaron su blancura, muros que lloran, y sobre todo un vacío en el corazón de Guadalcanal.
Ahora el Convento será otra cosa: tal vez un hotel, tal vez un albergue. Pero para nosotros esos niños de 30/40 años será en nuestro recuerdo aquello que fue……
Nuestra primera escuela, nuestro segundo hogar.

sábado, 11 de septiembre de 2010

CARTA A DON QUIJOTE DE LA MANCHA

Estimado caballero andante espero que a la llegada de ésta encuentre usted un momento en su calendario errante en el tiempo para dedicar a este rincón Andaluz , que por don de naturaleza se dibuja entre las últimas estribaciones de su madre Sevilla, para asomarse entre zarzas y olivos a la nobleza extremeña.
Se llama Guadalcanal y el centro desde el cual le escribo c.p. adultos Guadalcanal aquí compartimos experiencias, todas ellas basadas en el aprendizaje, pero mas que ello nos unimos profesoras y alunnas en la mas agradable y acogedora convivencia.
En el cuatrocientos aniversario de su nacimiento, cuando tanto se está hablando de usted me atrevo a ser yo misma quien dirija unas palabras a su noble persona; y en esta carta donde uno la claridad de mi pensamiento con la torpeza de mi pluma le expreso mi signos de admiración hacia tan caballeresca valentía.
Usted, caballero errante, siempre recorriendo las llanuras manchegas en busca de un mundo diferente. Tantas veces fue vencido, encerrado, burlado y hasta mal herido. Pero su afán de lucha al mismo tiempo fue premiado por el transcurrir de los siglos.
¡Como le admiro caballero! Porque tal vez no conquistó el mundo deseado, pero no supo permanecer inmune ante la injusticia que su mente vislumbraba; y en cada nuevo intento por subsanar su mundo virtual , aún en las circunstancias mas adversas, le acompañaba su amigo Sancho quien supo cambiar el reino de su isla barataria por el solo placer de su grata compañía. Tal vez lo mas real de su existencia, envidiado y admirado en el transcurrir de nuestros días donde el valor de la verdadera amistad cada vez es mas escaso e inusual.
A veces sueño ser como su merced, y sumergirme en un mundo imaginario que yo misma creara en la nitidez de mi pensamiento, pero el haberlo conocido me delata que hasta en los lugares mas recónditos de la memoria surgen obtáculos , los cuales yo no sabría superar sin tener su destreza y valentía. Aunque por mi mente circunda su mismo ideal: el mundo se mueve con ideas, y las propias son las que dirigen todo el devenir. Que mas da tener o no la razón de tu lado, lo importante es estar convencido de lo que haces porque, estés o no en lo cierto, es tu verdad, es tu idea, es tu vida.
Lo mismo debió pensar usted mi Señor, el día que despojó de orín las viejas armas de sus antepasados, bautizo a su viejo caballo, y se dejó nombrar caballero por un humilde ventero. Poco equipaje le bastaba para conseguir sus objetivos , con el único fin de arreglar el mundo y ofrecerle a su musa su brillante valentía.
Que mas da Aldonza Lorenza o Dulcinea del Toboso, tosca labradora o princesa de un castillo cuando el único fin era ofrecerle a ella su victoria que no era otra que su afán de lucha.
No se , si seria un atrevimiento de mi parte pedirle que viajara en el tiempo, quizá este mundo que vivimos necesite Otro Quijote.
En la llanura de nuestra realidad, se divisan seis gigantescos molinos ensombreciendo nuestra existencia. El paro, la droga, el hambre, la envidia, la violencia y el mas grande y abominable de todos y el que es la causa que desencadena los demás: la desigualdad del mundo.
En una sociedad tan avanzada, donde la ciencia casi se impone a la naturaleza, donde conviven políticos, ingenieros, científicos y teólogos, nadie tuvo jamás la valentía de partir a lomos de caballo con la mínima protección de su vieja armadura a desfacer el daño producido por tan despiadados malandrines. Quizá porque los ven demasiados sumergidos en la irrealidad y temen ser tomados por locos , o tal vez por el temor de encontrarse cara a cara con la mas cruenta de las realidades.


Como ve mi estimado caballero andante , nuestra sociedad le llama a gritos.
Empuñe sus armas, ensille su caballo y saque su inspiración de cualquier reglón de su colección de novelas. Si no es posible arreglar nuestro mundo, invítenos a todos a intentarlo; porque, mas valen mil intentos fallidos que el miedo de fallar nuestro logro.
Ojalá que cuando pasen otros cuatrocientos años, este mundo sea el suyo, aquél que usted soñó conquistar un día y con el gran molino de la desigualdad derrotado, ya en la posteridad, prevalezca el nombre de su bendita tierra:
Aquel lugar de la mancha cuyo nombre siempre recordaremos.