domingo, 12 de septiembre de 2010

EL CONVENTO, AQUELLA PRIMERA ESCUELA

Al comenzar este artículo no podía ser de otra manera que dedicándole estas líneas a aquellas que secundaron los pasos de mis padres en mi educación Cristiana, me enseñaron mis primeras letras y mas que maestras fueron amigas:
Hna Mª Reyes, Hna Isabel y a la memoria de Hna Josefa Maria y Hna Encarnación.


Ahora para hablarles del convento me sitúo en la atalaya de nuestro pueblo y mientras contemplo su puerta cerrada y las persianas desgastadas por el paso de los años, penetro en el interior de mi memoria donde no hay letras para expresarse ni pluma para plasmarlas, solo dejo que la voz del sentimiento me guíe hasta el final por cada renglón de este articulo.
Porque, hablar del convento, es adentrarse en la conjugación del sentimiento y el recuerdo. Hablar del convento es hablar de enredaderas de rosales que jugaban a tintinear con el cristal en las tardes airosas y ofrecían el mejor de sus aromas en el dintel de la primavera, es hablar de la Hermana Josefa Maria quien dejó prendido su bien hacer en estos muros que hoy lloran inconsolablemente su ausencia .Es buscar en lo mas hondo del sentir y encontrarse con una mañana de septiembre cuando ya se nos habían regalado las primeras hojas caídas y la mano temblorosa de la Hermana Maria de la Luz acariciaba casi sin fuerzas la campana en son de bienvenida, su tañir tosco y severo auguraba nuevas vivencias entremezcladas con el olor a libros nuevos que hoy han quedado para siempre en un rincón de la nostalgia. El olvido y abandono se apoderan del recuerdo que lucha en las sombras de la mente por encontrarse con una tarde de sol próxima al ocaso cuando los riscos del Cristo se llenan de algarabía y olor a margaritas recién cortadas. Es allí en el centro de toda esa magia donde la sonrisa de la Hermana Isabel se quedo grabada en esos tantos corazones revestidos de uniformes . Curiosa indumentaria faldas a cuadros y rebeca verde ,telas que mas tarde fueron sustituidas por el azul y gris y eso sin olvidarnos de aquellos babys que tanto nos molestaba llevar y que el paso de los años hizo que le tomáramos cariño, pero eso si, todos iguales, sin diferencias porque todos éramos los niños de nuestras queridas hermanas y todos cambiamos en el corazón de aquel que hoy nos sigue abriendo su pecho en el centro de la pequeña capilla.
Muchos recuerdos se agolpan en mi mente y en el conjunto arquitectónico del patio central aquella pequeña alberquita que era el deleite del alumnado y que mas de uno en alguna travesura llego a probar.
Las misas de los jueves, el rosario en el mes de Maria las campañas del domund, las regañinas de Loli en el pasillo, las costuras de la Hna Encarnación porque, ¿Qué alumna no conserva en sus cajones algún trabajo realizado con ella?.
Pero para mi, el mas vivo recuerdo que conservo del convento fue aquella maravillosa clase de quinto que jamás olvidare, porque entre la dulce sonrisa y la voz sosegada de la Hna Maria Reyes quien entre números y letras , ciencia e historia fuimos aprendiendo poco a poco ha hablar con Dios.
El Espíritu Santo , era como un río de niños que fluía calle abajo con especial parada en las “chucherias del gordo” y que seguía su cauce por las calles Camacho y Granillo para desembocar en la plaza. Cauce , que hoy se ha secado y al igual que las cigüeñas que emigran a tierras calidas aquellas Hermanas se marcharon dejando blancas paredes que con el tiempo abandonaron su blancura, muros que lloran, y sobre todo un vacío en el corazón de Guadalcanal.
Ahora el Convento será otra cosa: tal vez un hotel, tal vez un albergue. Pero para nosotros esos niños de 30/40 años será en nuestro recuerdo aquello que fue……
Nuestra primera escuela, nuestro segundo hogar.

2 comentarios:

  1. Hola Cloti. ME encanta tu blog y tu idea. Desde aquí me llevaré las cosas para la revista digital.
    Lei tu correo, pero estoy muy liado con la mudanza, los muebles, la niña, la revista, el blog, el Club de lecturas y las nuevas bases para el Certamen Juan de Castellanos del año que viene. Cuando puedo echo un ratito de revisión de correos, y contesto cuando puedo.
    Felicidades por tu blog.

    Leo

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  2. Que bien has sabido plasmar los recuerdos del convento!te felicito, me encanta cómo te expresas!
    Pero...Ahora nos tienes que deleitar con una poesía !!!!;)

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