De noche el mar es gris compacto, oscuro
Como el silencio desdentado
Como el plomo apagado de un mal sueño.
De noche, el mar es casi negro
Y el aire se endurece de azabache
Y se atoran los ojos como fósiles
Y los labios se empapan
De sabor mineral…
Tan sólo tus palabras, amor mío
Diluyen la negrura de mi aliento
Tus susurros, mi amor, como caricias
Están hechas de luz y de zafiro
Y tus besos mineros que perforan
La sombra en busca de la aurora, son.
¡Nada importa la noche y su negrura
Si tú estás a mi lado, vida mía!
(Doctor en filosofía y letras)
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